Se trata, sin duda, de una fórmula de alimentación menospreciada; pero un bocadillo puede resultar un manjar elaborado y equilibrado. ¿Otra ventaja? La multitud de variedades que ofrece.
Cuando se recurre a los bocadillos para sustituir una comida, con frecuencia, se tiene la sensación de no haber comido adecuadamente. Nutricionalmente, no todos los bocadillos cumplen unos mínimos, pero el que se trate de una elaboración sencilla y rápida, no exime a los populares bocatas de una suficiente riqueza nutricional e incluso culinaria y gastronómica.
No siempre se tiene la posibilidad de comer en mesa y mantel, y un bocata con ingredientes adecuados, no tiene por que resultar una sobredosis de calorías, ni un alimento pesado que haga de la digestión un calvario.
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